Bueno, ya que la entrada de ayer fue un poco triste, y debido a que no tenía ganas de escribir nada más anoche, hoy voy a hablar de un tema presente en nuestra vida actualmente, pero que desgraciadamente pocos se dan cuenta de lo que significa.
Estamos en una época de vivencias, de enamoramientos, de risas y sonrisas y de nuevas amistades, sí, el verano.
Muchos, realmente la mayoría, piensan que el verano es para emborracharse, salir con los amigos y tocarse las narices, y sí, no les quito la razón, pero esa gente no sabe apreciar la verdadera esencia del verano. El verano es para pasarlo bien, pero sobre todo, para conocer gente, y hacer nuevos amigos, es tiempo de hacer cosas de las que podrás contar cuando seas mayor, tiempo de risas con los amigos en tardes cálidas, de abrazos, de besos, de gente que se enamora. Es la hora de olvidarse de todo, de dejar las penas a un lado y vivir la vida plenamente.
Puede que todo esto suene un poco cursi, pero es la verdad, y es algo por lo que todos pasamos, y sí, que coño, yo me he enamorado en verano, muchos lo habréis hecho y sois felices por ello.
Estos son días de piscina con los amigos, de tardes jugando a las cartas, de noches para recordar, de amaneceres frente a la playa, de viajes por el mundo, de historias que contar a tus amigos, es la hora de hacer tonterías de las que puede que nos arrepintamos, pero sobre todo es hora de levantar las manos, gritar al mundo lo feliz que eres por haber conocido a quien has conocido, por haber visitado lo sitios que hayas visitado. Es hora de reír a carcajadas. Y sobre todo de no preocuparse por nada y de sentirte feliz, feliz plenamente.
Siento si no es lo que os esperabais, pero me apetecía escribir sobre ello.
Susquiero.
Att. Javi del Nogal (@JaviNogal7)
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